Era 2007 y yo estaba completamente poseída por las imágenes que veía. John Galliano lo había hecho de nuevo en Dior. Con un show de Couture digno de aplaudir de pie, el diseñador decidió que las geishas y la cultura japonesa serían su principal inspiración. Sin lugar a dudas esto marcó un antes y un después en mi vida. Con esta presentación supe, de una vez por todas, que quería dedicarme a la moda. Dior se convirtió en mi zona de comfort, esas creaciones de Galliano me hacían suspirar y representaban mi lado más poético y artístico. Es muy difícil de explicar en su totalidad lo mucho que me inspiró Galliano, su creatividad y su personalidad destructiva, que estoy muy feliz haya dejado atrás. El y yo creamos una conexión sobrenatural para dos personas que no se conocen en persona.
Como productora y soñadora que soy siempre quise quise poder hacer un homenaje a su obra, pero francamente, ¿Cómo es posible compararse? Si bien tengo en mente algo más grande que espero poder llevar a cabo, quise empezar con algo para lo que solo se necesita una buena maquillista y una modelo con mirada expresiva. Una parte importante de la mística de Galliano para Dior era el diseño del maquillaje que hacía la única e incomparable Pat McGrath. Con el mismo nivel de importancia que los diseños de John, el look que lograba Pat era el broche de oro en una puesta en escena artística comparada con cualquier obra de Broadway. En la moda, todos los elementos que la complementan son importantes pues terminan haciendo un todo con los diseños. Desde la dirección de arte hasta los zapatos escogidos, cada decisión creativa es importante para la presentación de una colección. Es por eso que para recordar el genio que fue Galliano me alié con Ana Victoria Esquivel para recrear dos looks específicos de las pasarelas de Dior.
El primero fue el que ya mencioné, Couture 2007 de Dior, inspirado en la cultura japonesa y sus vastas formas estéticas. La segunda pertenece al look creado para la pasarela Spring Summer 2004, que tenía grandes reminiscencias a la cultura hindú, con exageraciones en los colores y uso de pintura en el rostro. Para crearlos, Ana Victoria, una gran fanática de Pat McGrath; y Leonardo Bracho; quien además de seguirme todas las locuras tiene sed de conocimiento de las cosas que a mi me apasionan, nos pusimos en marcha y recreamos los looks. Nuestra aliada perfecta fue Paulie Ruiz, cuyos tatuajes impresionantes, cabellera roja y ojos penetrantes dieron el toque de perfección, nada sutil, a nuestra idea estética.
Ella, desnuda, con la idea de Galliano y Pat McGrath plasmada en su piel. Les dejo mi pequeño homenaje al genio y figura que cambió mi vida para bien.
xx
Alex