No es un secreto para nadie que conocí Chanel gracias a mi madre Claribel. Su estética e iconicas creaciones han formado parte fundamental de mi crecimiento en la moda, siendo las fragancias mi primer contacto genuino con la firma francesa.
Desde que tengo uso de razón sé que es un Chanel N5. Recuerdo a mi madre regañarme cuando salía sin perfume de casa. "Una mujer sin perfume es una mujer sin alma", decía mientras se aplicaba la misma fragancia que hizo famosa Marilyn Monroe.
Esa botella cuadrada se clavó en mi memoria y sirvió de vara de medir a la hora de juzgar una fragancia. El Chanel N5 es, para mí, la combinación más femenina y poderosa de olores que he olido jamás, características que se engrandecen cuando conoces a las mujeres que lo usan.
Después de tantos años de admirar la fragancia original, Chanel presenta su relevo generacional de la mano de Oliver Polge, el nuevo perfumista de la marca, quien es el encargado de reinventar el perfume para una audiencia más joven. Para esa chica que quiere llevar la esencia del N5, pero se identifica con una fragancia más fresca y activa.
Así nace el Chanel N5 L'Eau, una propuesta moderna, pero con el mismo core del N5 original, ese que te enseñó tu madre.
La conexión con esta fragancia se vuelve más profunda cuando descubro que tiene ylang-ylang. A ver, les explico. Cuando tenía alrededor de 12 años y estaba en mi etapa de "mamá, no me hables me averguenzas", Claribel se puso como meta que su hija no sería cualquier chica. Si algo me impuso mi madre era el ver a mi alrededor, sentir más que los demás, analizar lo que me rodea casi de manera obsesiva y sobretodo, ver la belleza en las cosas pequeñas que nadie ve. Caminando por la acera de lo que hoy es Balboa Boutiques, mi madre suelta un suspiro profundo que acaba en una sonrisa, y me dice: "Ves ese árbol? Es de ylang-ylang, nunca vas a oler una flor como esta". Cruzamos la calle a la esquina del edificio Los Delfines, recojo una flor del suelo y descubro uno de los aromas más especiales que al sol de hoy he experimentado. El ylang-ylang no solo significa mi capacidad de encontrar virtud en el caos, es también una conexión emocional profunda con la mujer más especial de mi vida.
Hoy uso mi nuevo Chanel N5 L'Eau, huelo mi muñeca y me inspiro. Eso es lo que debería hacer la fragancia que usemos: hablar de nosotros y sacarnos una sonrisa de la cara.
xx
Alex