Las cámaras Leica para mi siempre han sido un gran misterio. Una leyenda, esa cámara que todo el mundo desea, que cuestan mucho dinero y están hechas con una artesanía que las hace únicas. Conociendo esté gran enigma que envuelve esta famosa cámara, una exhibición que se titula "El maestro de la Leica" sonaba mucho mejor que una buena idea. Buscando que hacer un domingo por la tarde mi novio y yo nos encontramos con esta exposición realizada por CASASOLA que conmemora la vida y obra de Venancio Díaz Maique, fotógrafo cubano que se encargó de documentar los momentos más importantes de la revolución. Considerado el maestro de la Leica por esta ser su principal herramienta de trabajo, los chicos de CASASOLA junto a un coleccionista norteamericano que tenía una gran cantidad de negativos del fotógrafo, decidieron recrear una casa tradicional cubana en la galería para exponer imágenes de Venancio nunca antes vistas.
Es impresionante la profundidad y tonalidades de blanco, negro y grises que vemos en sus fotos y la manera en como 60 años después de la revolución sientes la vida y el movimiento en cada una de sus imágenes, en especial las de Fidel y Raúl Castro, y aquellas que muestran la vida en Habana durante la revolución. Verlo en fotos es casi conocerlo. Es difícil de explicar, pero Diaz era tan expresivo que sus retratos te invitan a imaginarte cada movimiento del tipo, como hablaba, su formalidad, su elegancia cubana, su porte...
Venancio nace en Guanajay el 1 de abril de 1916 y muere en La Habana el 28 de marzo de 2003.
Según historiadores, comenzó en la fotografía al documentar los desastres ocurridos durante el ciclón de diciembre de 1940 que azotó a Bejucal. Con estas fotografías obtuvo el primer premio en el concurso fotográfico del siguiente año, en Guanajay. En 1948 comenzó su labor como fotorreportero en la revista Bohemia, haciendo reportajes y algunas portadas de revista hasta 1968. Simultaneó su trabajo con la Agencia Prensa Latina desde 1961.
Pasó a trabajar a la Agencia de Información Nacional (AIN), en 1974 hasta 1979 que se jubiló. En 1967 viajó a Canadá para cubrir la Expo' 67 en Montreal, también en misiones de trabajo a estado en Hungría, URSS, Checoslovaquia y RDA.
En 1973 fue seleccionado para cubrir con la Agencia de Información Alemana (ADN) el X Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes. Se autotitula promotor de la síntesis en fotografía. Sus imágenes representan 35 años de la vida del país, en las cuales reportó la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), la visita a Cuba de los presidentes Leonid Breznev y Omar Torrijos, de la URSS y Panamá, respectivamente.
Entre los premios recibidos se encuentra la Copa de Plata otorgada por la Organización Internacional de Prensa (OIP) a la mejor fotografía de América Latina en Interpress Photo de 1962, con la imagen símbolo de la alfabetización en Cuba.
En éste último año se jubila y posteriormente recibe distinciones y reconocimientos especiales como: la Félix Elmuza de la UPEC, por 20 años de labor ininterrumpidos (1983); Raúl Gómez García del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura, por 25 años de trabajo; la Distinción María Teresa Vera de la Dirección Municipal de Cultura de Guanajay, en 1991; y la Juan Gualberto Gómez, como reconocimiento especial por 30 años en la UPEC, en 1995.
Con una vida llena de logros, Venancio representó en Cuba un modelo a seguir y la belleza detrás de del fotoreportaje. Con una Leica en mano, y sus infinitos carnés de acreditación, Díaz es le dio poesía y verso a la vida en Cuba.
Fue un placer conocerle, maestro.
xx
Alex