Hace casi dos años tuve la oportunidad de hacer la cobertura de la inauguración de la Casa del Soldado, centro cultural de España en nuestro país. En esa ocasión el príncipe Felipe de Borbón fue el encargado de hacer corte de cinta y demás protocolo, pero los medios no tuvimos la oportunidad de realmente conocerla, de caminar por sus pasillos o ver su concepto. Todo quedó ahí y yo francamente me olvidé de sus existencia, hasta hace unas semanas.
Buscando que hacer un domingo por la tarde, mi novio y yo encontramos esta exposición llamada MIRADAS que se exhibía en dicha locación. De una vez el nombre me sonó y supe que quería visitar el lugar que aquella tarde no pude ver con Don Felipe. Al llegar llama mucho la atención como está en un terreno que tiene espacio abajo en su planta baja. Generalmente las casas grandes de Casco están construidas hacía arriba y no tienen mayor terreno, son acera, puerta y muchas escaleras. Su genial combinación de azul y blanco me pareció clásica y muy fotogénica, pero lo que realmente sorprende, es el propósito de la misma y las actividades que ahí se realizan.
Según comentan en su página web, la programación planteada para el Centro Cultural y su sistema comunicacional pretende aunar las agendas culturales de otras instituciones públicas y privadas del circuito local. El edificio donde se ubica la Casa del Soldado fue construido a un costado de la muralla de la ciudad, data de la década de 1910 y fue la primera sede del Museo Nacional. Con el paso del tiempo y tras una rehabilitación integral, el edificio cuenta con una sala de exposiciones, una biblioteca, un espacio multiuso y todo un equipamiento que le permite llevar a cabo su programación cultural.
Me consta que su biblioteca está muy bien equipada, y que además tiene instalaciones muy cómodas para quienes quieran conocer libros sin ningún costo. Lo más interesante de su salón de biblioteca, es que tiene una puerta que da directamente con el paseo de las veraneras, por lo que los peatones pueden llegar mucho más rápido al lugar. Está construida para recibir público.
Todo no termina aquí. En la azotea del lugar hay un bar y restaurante que es perfecto, PERFECTO, para terminar relajados una tarde de domingo con el aire fresco que viene del mar y una increíble vista. LA TERRAZA, uno de los tantos nuevos rooftops de Casco, ofrece cocktails hechos en casa y tapas españolas para todos los gustos. Yo les recomiendo una margarita de limón con unas croquetas de queso y jamón serrano. Se me hace agua la boca de solo pensarlo.
Iniciativas como la exposición MIRADAS y lugares como este hacen que la escena cultural panameña crezca y tenga más cimientos para seguir avanzando. Es cuestión de que empecemos a valorar estas pequeñas joyas.
xx
Alex