Opulencia Moderada
And it keeps getting better! Show tras show Michael Kors demuestra su máster en el diseño simple e inspirado en el jet set norteamericano, esa mujer que se adapta a las tendencias de moda a su manera, pero que tiene como norte el glamour.
Michael Kors describe su propia colección con la frase “opulencia moderada”. Esto se ve reflejado en conjuntos como la pijama negra de seda bordada con rhinestone, una opción cómoda y radical, pero que no deja de ser elegante. Lo “moderado” llega con los suéteres cálidos de color marrón llevados a juego con zapatos Oxford sin tacón.
Los colores otoñales estaban por todos lados: color castaño, jengibre y marrón como esos tonos reinantes en la naturaleza. Estos también impregnaron el suelo de la pasarela. Los abrigos dan el toque elegante. Llevaron adornos de piel, con los brazos algo abiertos simulando una capa y estuvieron acompañados con faldas hasta las pantorrillas, comprobando que este largo de la falda sigue marcando la pauta. El éxito de esta colección fue tanta, que Suzy Menkes, la infranqueable crítica de moda, la cataloga como una de las mejores propuestas de ropa diurna de Nueva York.
Kors incorporó hilo dorado simulando el sol de invierno, creando una decoración poderosa en los puños de una chaqueta con botones dorados. Si bien la colección estuvo dominada por piezas lisas, sin estampados, pero con un juego de texturas que provocaba suspiros, hubo conjuntos con estampados paisleys. No pudo faltar el azul marino, blanco y negro, pero también hubo tonos oliva, el nuevo favorito para el frío.
Pulcro, visualmente sencillo, pero glamuroso, Michael Kors encontró el balance perfecto entre su esencia y lo que grita la moda mundial.
Layers en un café parisino
¿Qué se puede esperar después de haber visto un supermercado, un jardín de flores primaverales y una huelga de feminismo? Pues Chanel no desilusiona a su fanaticada y transforma para su colección Fall 2015 el Grand Palais en una brasserie parisina, una cafetería con delicatessen y meseros dignos de la Ciudad Luz. La Brasserie Gabriele le da la bienvenida a la French Collection, que Karl Lagerfeld quería que fuese muy francesa, muy fiel a la creadora de la marca.
Son las clientas, las nuevas bourgeoises, como Karl Lagerfeld las llama, las que se sientan a las mesas de esta brasserie, en ocasiones con looks femeninos y otras veces con looks andróginos. Todas visten los famosos zapatos sling back de color beige con una punta negra, tacones cua- drados y proporciones retomadas. Increíblemente, Lagerfeld pasó de zapatillas a reinventar el clásico que hizo famosa a la marca.
La paleta de color se aleja de los tonos vivos para adentrarse en los clásicos, esos que busca toda amante de la moda para vestir elegante. Colores como el azul marino, el gris y el rojo vino en combinación con negro adornan los patrones de tartán o de pata de gallo. El favorito Chanel, el tweed, junto con la lana y la angora se combinan con seda, vinilo, muselina y encaje. Y qué bueno que esta es una presentación Fall, pues Lagerfeld complica los atuendos usando capas sobre capas, pero manteniendo los cortes en chaquetas que hicieron a la marca.
Las “nuevas burguesas” son presentadas de una manera muy femenina, con vestidos de abrigo ce- rrados con zíper o bien abotonados, decorados con trenzas tejidas. Otras utilizan una chaqueta abierta con cuellos largos y faldas fluidas de tweed o lana. De una manera muy inteligente, la silueta es vestida con una correa delgada a la altura de la cintura, para no perder femenidad, con una forma acampanada que termina justo de- bajo de la rodilla o la pantorrilla. Los abrigos largos de lana y los cárdigan completamente sin mangas le dan ese toque caluroso y traen un aire moderno.
El toque más contemporáneo se lo dan los bomber jackets, que de seguro atraerán al público joven.
Inspirada en el mar
En esta colección Fall 2015-2016 Carolina Herrera explora distintas interpretaciones del elemento agua; tanto de manera literal como matizada en color, estampados, formas y detalles, combinaciones de elementos visuales usuales en las presentaciones de la diseñadora. Todos recordamos aquella colección en la que hizo alarde del trabajo gráfico del maestro venezolano Carlos Cruz Diez.
Recreando al oleaje, Herrera presenta una colección donde la propuesta está liderada por faldas cortas y pan- talones, vestidos largos con costuras onduladas y largas que dibujan coquetas siluetas en las modelos. Esto es algo que se espera en un desfile Carolina Herrera Ready-to-wear. La venezolana tiene un PhD en presentar colecciones con conjuntos muy cómodos y prácticos, que van desde lo que se puede poner una mujer durante el día, hasta el vestido largo que sirve para salir a un gala importante durante la noche. No cabe duda de que Carolina se toma muy en serio el concepto “Listo para usar”, y lo hace suyo.
La paleta de color se mantiene fresca, al igual que su presentación en Nueva York el pasado septiembre. Lo que hace unos meses tuvo matices de morado y figuras geométricas, ahora se transforma en tonos azules y grises, acentuados por un rojo carmesí.
Herrera demostró que los colores propios de otoño no son ley escrita en piedra; la sosegada elegancia de CH se impone en cualquier paleta.
Sensualidad vs. Espíritu salvaje
Fuerte y con carácter. Esa es la mujer a quien viste Ralph Lauren en la primera parte de su desfile Fall 2015, el cual estuvo impregnado de cachemira y pieles en vestidos ajustados, pero elegantes, en los cuales reinó el color marrón en una tonalidad suave.
El espíritu de mujer aventurera e imponente duró poco, pues como es usual en las pasarelas del eterno creativo americano, hubo una segunda parte donde los colores evolucionaron del verde musgo al negro en vestidos de espalda descubierta, ceñidos al cuerpo y con tirantes delgados. Tres características que gritan Ralph Lauren a los cuatro vientos.
Y es que ahí ́ es donde Lauren demuestra su genio. El diseñador tiene una estética clara, que conoce a la perfección, que incluso puede ser repetitiva, pero temporada tras temporada la reinventa como si fuera la primera vez. Ralph confesó a Vogue que todo gira en torno a la libertad, que por un lado está la chica desnuda y sexy, y por otro, la que quiere ser bohemia, comprobando que estas estéticas son su mejor bandera. En la primera parte los materiales táctiles en todos los tonos de beige y musgo se complementaron con un exuberante pelaje o incluso plumas en los tan otoñales colores tierra.
En cuanto a los accesorios, Lauren apostó una vez más por aquellos inspirados en los indios navajos de su tierra, ese metal tocado por el tiempo con piedras en turquesa que nos hacen amar esa cultura. Una vez más las botas a la rodilla hacen su aparición triunfal, esta vez en tonos café, al igual que sombreros al estilo Lone Ranger.
Ralph Lauren una vez más demuestra que es el maestro en combinar el glamour neoyorquino con el estilo casual de aquella mujer que no sigue reglas. Simplemente el mejor.