Muchas veces me han criticado por que me encantan los vestidos y faldas en corte A, estilo princesa o lady. En mi caso princesa por ser tan joven, no puedo explicar cuantas veces me han dicho que parezco quinceañera. Francamente no hay nada más cómodo que un vestido o atuendo que tenga esta forma, simplemente me encantan. Se preguntarán entonces como logro sentirme sexy con este tipo de vestidos, o como esas dos palabras pueden estar en la misma ecuación. Let's break it down.
Pues, en mi primer lugar, me rehuso a creer que ser sexy se resume solamente a lo que uno lleva puesto. Se empieza con la actitud, amarse a uno mismo, coquetearle a la vida todos los días. Si tienes eso comprado, vamos bien. En segundo lugar tampoco está escrito en ningún lado que ser sexy es solamente enseñar con vestidos cortos, escotes o prendas ajustadas. Esa narcoestética, como bien han descrito muchos analistas colombianos, hacen que piezas de vestir con mucho potencial pasen desapercibidas por la masa. Eso y la limitación mental que tienen muchos en aceptar algo que les hace sentir incómodos, simplemente no entienden o que les impide salir de su zona de comfort para experimentar algo nuevo. Si estás leyendo esto es porque te tomas la molestia en querer saber un poco más de mi filosofía, por lo que podrás intuir que un vestido corte princesa puede ser mucho más que eso.
Más allá de enseñar o andar ajustada, hay partes de la mujer que son muy sensuales. En mi caso, mis favoritas son los hombros y clavículas, y mi pecho. Si, no llego ni a copa a, pero eso hace que el área de mi senos sea orgullosa y pareja, un canvas... Me pongo poética cuando hablo de mi, lo siento. En fin, llegando al punto de este post, mi respuesta a la pregunta del título es un rotundo SI, un vestido estilo princesa puede ser sexy si se adapta o simplemente cambias de mindset y haces que otras partes de tu cuerpo sean sensuales. En este caso moví la parte superior del vestido hacía mis hombros creando un cuello en V profundo muy al estilo de Marilyn Monroe. Lo llevé a juego con una gargantilla de piedras y mis nuevos zapatos T de Kate Spade. De ellos hablaré más adelante.
Pocos elementos, y nunca me había sentido más sexy y linda. Ayuda amarse hasta la médula y proyectarlo.
¿Te atreves?
xx
Alex