Mafer Tejada es una chica con mucho flow. Se le nota a simple vista cuando la encuentro esperándome en el comedor de Tántalo, un sitio que si hablara contaría las mejores historias de rumba de la Ciudad de Panamá en los últimos cinco años. Es imposible no saber que es ella con su increíble cabello rubio platinado y lentes de sol redondos. Una vez empiezas a hablar con ella notas la pasión que siente por lo que hace, me lo contagia en las primeras palabras que compartimos. Empezamos hablando de su familia y cómo llegó a convertirse en Bombay Sapphire Brand Ambassador para Latinoamérica con tan solo 26 años.
Después de empezar a estudiar arquitectura, carrera que lleva en la sangre por herencia familiar, Mafer decidió que quería algo más, que estuviera más a tono con sus aspiraciones. Y es así como lo que empezó siendo un trabajo que hacía mientras se descubre profesional y personalmente terminó siendo una carrera a largo plazo que ahora la tiene viajando por el mundo. Empezó haciendo de bartender en eventos, donde no faltaron situaciones bizarras de esas que todo joven experimenta cuando va caminando cuesta arriba. Dueña de su propio destino y con un espíritu ambicioso con el que me identifico, Mafer quiso algo más y fue ahí donde Limantour entró a su vida. O más bien, ella entró a Limantour.
Con el nombre de un francés que se convirtió en un célebre personaje en la historia de México por ser la mano derecha del presidente Porfirio Díaz y ser quien le puso el impuesto al alcohol en el país, este bar tiene una muy merecida reputación en Latinoamérica y el mundo. Actualmente figura en la posición 20 de los mejores bares del mundo según la lista 50 World's Best Bars, y es considerado el mejor bar de América Latina y El Caribe. Al sol de hoy, Limantour es el sitio que le enseñó de coctelería y es la casa donde toca base una vez está en México DF.
Tras una extensa entrevista que era más bien un examen, Mafer llegó a este meca de la mixología trabajar como barback, oficio que la panameña que leen no había escuchado nunca. Resulta que en países como México, donde la demanda de los bares en altísima el head bartender tiene un ayudante que se encarga de cargar hielo, cortar limón, mantener limpio el espacio entre otras cosas. Es ahí donde el espíritu de supervivencia entra en acción y es su ambición la que hace que sobreviva la paga baja y el poco trato que tiene con la clientela y los cócteles.
Al cabo de unos meses surge el concurso World Class México, que gana a pesar de tener meses sin hacer un cóctel para el público. Este fue el tiquete dorado para el escenario principal de Lumantour: ser bartender de la barra más cotizada de todo el continente. Después vino viajar por el mundo para participar en todos los concursos que pudo, lo que le ganó un puesto como embajadora de World Class en su país mientras gozaba de su puesto en el bar.
Pero faltaba más. Con las ganas de salir de la monotonía y seguir avanzando en su carrera, su ambición le tocó la puerta y es ahí donde nuestros amigos de Bacardi entran en la ecuación, pidiéndole ser embajadora de Bombay Sapphire para la marca. El resto es historia, y son esas fabulosas marcas las que me llevan a conocer a una chica con la que me identifico y a quien podría escuchar hablar horas.
Mafer estaba en Panamá al momento de la entrevista para juzgar a los participantes del concurso Most Imaginative Bartender by Bombay Sapphire, el cual busca retar la inventiva y creatividad de los concursantes, pidiéndoles que hicieran un cóctel fuera de lo común y lo presentaran lo mejor posible. Es el MIB el que la lleva a recorrer toda la región, siendo la única chica con esta misión.
Después de conocer a esta fascinante chica, no podía irme sin que me prepara un cóctel… quería ver la magia frente a mis ojos. Y no me defraudó. Usando los ingredientes que tuviera en la barra, Mafer cumplió todas mis expectativas.
Una chica que rompe esquemas, no le tiene miedo al cambio y siempre quiere más. Pero no lo pide, trabaja duro por ello. En fin, una completa BAD ASS.
Fotos: Jorge Valdés, @jorge_v_photography