por Alexa Carolina Chacón
Nadie lo hace mejor que Scorsese. En muchos aspectos la verdad, pero creo que en el tema que voy a tocar hoy no hay nadie mejor que él. Es el mejor proyectando la ciudad de sus películas, la ciudad que lo inspira. ¿Cómo escribir sobre Nueva York cuando solo estuviste ahí una semana y tienes un background de películas como Taxi Driver que elevan tus propias expectativas y te impiden caer en clichés?
Pues, no hablaré de Nueva York como centro turístico. Sería tonto. Hablaré de lo que más me llamó la atención de una ciudad de la cual se ha hablado de vicio. Mi perspectiva está limitada a Manhattan porque ahí fue donde estuve, pero tuve la oportunidad de conocer el verdadero New York y créanme es justo como lo imaginaba.
Empecemos por su olor. Como muchos saben y otros se van a enterar, mi madre es igual de poética que yo, o sea le gusta todo este mundo idealizado que creamos en nuestras mentes, que al final de cuentas satisface necesidades que el mundo exterior no complace. Al ser así, una vez escribirle por mail para decir que todo estaba bien, obtengo como respuesta una pregunta que me desubicó totalmente, ¿A qué huele Nueva York? Sorprendida por el hecho de que no me había detenido a oler la ciudad, me propuse hacerlo como niña obediente que soy. Sí, claro.
Salí del hotel con el fascinante deseo de saber a que olía la ciudad más famosa del mundo y me encontré con la cruda realidad de que Nueva York… huele a cigarro. Mucha gente fuma, en todos lados, y ese es el primero olor que reconocí al salir. Obviamente no hay alguien fumando en cada esquina o apenas sales de hotel (a veces), pero a medida recorres Manhattan te das cuenta que eso es lo que hay. Personalmente nunca me ha molestado la gente que fuma, ni el olor a cigarro. Cada uno de ellos sabe perfectamente que hace, está de más toda la ceremonia que algunos se gastan para explicar los daños que hace fumar. Seguimos.
Continuemos con la identidad de los habitantes de Manhattan. No hablaré de la identidad de la ciudad, porque a mi concepto Nueva York en su totalidad es lo que tú quieres que sea. Tú interpretas la ciudad a tu manera y desarrollas una relación muy personal con su energía y su vibra. Sin embargo, las personas que viven en los diferentes distritos de la ciudad son otra historia. Cada uno tiene un estilo muy personal. Se debe mucho a la gran variedad de cosas que puedes encontrar para vestirte, desde piezas vintage hasta el más “mainstream” par de zapatos. Tú decides que ponerte. Lo que me llamó la atención por el simple hecho de que en nuestro país eso nunca sucederá, es que todo el mundo va a lo suyo. Nadie le importa con nadie, más que ellos mismos. No te van a juzgar si sales con un lazo gigante en la cabeza y con una micro falda de tule simplemente porque no les importa. Para mi fue extremadamente liberador, fui yo misma sin que nadie dijera ni jota. A mi concepto es lo más hermoso de Nueva York, el simple hecho de estar ahí te libera de todo prejuicio.
El último punto a analizar es como se vive de noche. Obviamente depende del día de la semana, el lugar donde estés y de la compañía en la que estés, pero el mundo tiene razón cuando te avisa que no se duerme nunca. Pero cuando estas con una amiga y un amigo a las cuatro de la mañana caminando downtown, la ciudad puede llegar a ser intimidante. La luz es tenue, no hay nadie caminando por las calles y para colmo si la tienda no es un sex shop no estará abierta.
Mi última noche fui con mi amigo que vive allá a caminar Lower East Side, puedes medir fácilmente el pulso de la ciudad desde ahí pues tiene la esencia de la misma. Fue ahí donde caí en cuenta que yo, Alexa Carolina, una chica que toda su vida soñó con viajar a Nueva York, estaba en Nueva York caminando las mismas aceras que alguna vez camino su ídolo numero uno, Lady Gaga y que tuvo la suerte de conocer el apartamento donde alguna vez esta se metió su primera línea.
Este es el primer artículo de mi columna y lo hice de este tema porque todo cayó en su sitio al mismo tiempo. Estar ahí una semana y sentir esa sensación de plenitud es algo que no olvidaré nunca y sin duda es algo que me llevará a ese lugar de nueva cuenta. Nueva York es especial desde su olor, su identidad y la de sus habitantes, como se vive de noche, pero sobre todo porque nos da la oportunidad a algunos cuantos de descubrir cosas de nosotros mismos que no conocíamos, nos da la oportunidad a algunos privilegiados de ser genuinamente auténticos.
*De la columna Labios Color Rosa de www.redindependiente.net *