Lo primero que pensé al ver este vestido es que me recordaba al color de los taxis en NYC. Ese amarillo del que se copió el mundo entero y que al sol de hoy es un símbolo visual de la ciudad, lo estaba llevando en mi vestido de verano. Y digo de verano porque el universo nos ha bendecido con un clima perfecto, protagonizado por un sol que demuestra que la época más calurosa se ha alargado.
Con escote en V, espalda entrelazada y cola dramática, así caminé la Ciudad de Nueva York sabiendo que combinaba con los tonos tierra de los edificios de MeatPacking District. Una tonalidad que he llevado en una blusa y también en falda, y que logra combinar con colores que no pensabas usar en este caso. Ejemplo de ello es lo bien que va con el celeste cielo y los tonos marrón.
A continuación te dejo cinco formas en las que puedes llevar este color, al que muchos le tienen miedo, pero que puede ser un gran aliado para la mujer latina.
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ALex