Si me conoces lo suficiente sabes que no hay fiesta mas importante en mi calendario, después de mi cumpleaños, que Halloween. Esto es muy irónico porque a diferencia de mi amiga Olguita que ama las películas de miedo y las historias que se cuentan un día como ese, yo no las soporto, soy super miedosa y lloro sin control. Una vez una amiga, muy querida por cierto, mientras estábamos en el crucero de mi viaje de quinceaños me contó a las 2:45 am que a las 3 era la hora del diablo. No le falto mas que poner énfasis a las palabras correctas, utilizar un tono desafiante y que los pasillos del gigantesco barco estuvieran dead empty para que yo llorara sin consuelo del miedo y corriera super rapido a mi habitación. Todo esto mientras ella se partia de la carcajada.
Si bien no soporto esta parte de la celebración, la otra parte, la que consiste en disfrazarse si la amo con locura.
Gran parte se debe al hecho de que es el día en que puedes ser quien quieras ser. El hombre de mi vida, alguien muy sabio, siempre dice que Halloween es el día en que nos quitamos al mascara y dejamos ver nuestra verdadera identidad.
100% cierto.
Haces cosas que el resto del año no te atreverias a hacer y juegas a estar dentro de este papel que al final de cuentas refleja mucho de lo que realmente eres.
Este año fui Kim Kardashian. Creo que era mas que apropiado ya que lo quiera decir en voz alta o no, ha cambiado mi manera de ver lo que uso. Mucho tiene que ver con la forma del cuerpo. Es muy difícil encontrar una silueta que te favorezca dentro del mundo de la moda cuando tu cuerpo no esta dentro del estereotipo de mujer que existe en la industria.
Si, I love Kim and all the things Kardashian.
Y en Halloween no me da pena decirlo.
xx
-Lex