Es un dilema del siglo XXI, de esos que tiene toda mujer que le gusta ser sexy pero tampoco llegar a lo vulgar. Enseñar la ropa interior es una opción arriesgada, que puede llegar a lucir elegante y de buen gusto. De esto me di cuenta de la misma manera en que uno resuelve muchos dilemas de moda: experimentando.
Estaba lista para ir a Jelou con un tank top cuya caída en los brazos era muy baja, pues se me veía el brassier Calvin Klein que no está hecho para que se vea. Ahí me di cuenta que hay prendas que están hechas para usar rueda libre, así sin bra, o para usar uno lo suficientemente lindo para que enseñes un poco de encaje. Y es ahí donde entran en la ecuación los bralettes, prendas delicadas que tienen un poco más de diseño y están confeccionadas para que se vean en los outfits. La opción perfecta fue esta belleza de Bershka en rosa neón, que además le dio un toque de color al look.
En esa misma línea, opté por combinar la tendencia de kimonos o pijamas con el mismo bralette, dándole ese toque sexy a un outfit casual con jeans.
¿Ustedes se atreven?
xx
Alex